Alessandro Crisanti — Autor

“Use this space to share reviews from customers about the products or services offered.”

Mini-yo, ya convencido de que podía conquistar el mundo… empezando por la playa de Ostia. Casi lo he conseguido

Primer contacto con la tecnología: una radio de juguete y mucha imaginación.
Desde entonces empezó mi inexplicable atracción por todo lo que vuela… o hace ruido

Mientras otros soñaban con ser astronautas, yo ya estaba revisando instrumentos en la cabina.
Todavía faltaban años para pilotar… pero en mi cabeza ya estaba despegando

Mudarse al otro lado del mundo con tan pocos años enseñó dos cosas:
que la vida puede cambiar de un momento a otro…
y que yo me adapto más rápido que las maletas

Un niño italiano perdido en el sudeste asiático.
Primer choque cultural, primera aventura mundial:
el mundo era enorme… y yo ya quería verlo todo.

Demasiado joven para surfear, pero ya con cara de “yo mando”.
Australia me enseñó dos cosas:
que el sol pega fuerte… y que el mundo no era tan grande como mis sueños

África me cambió la mirada.
En esos campos entendí que la vida es aventura, riesgo y respeto.
El mundo salvaje no era un lugar para temer…
sino para aprender a ser valiente

Carabineros, primeros pasos como investigador.
Menos jugueteos y más verdad:
descubrí que detrás de cada caso hay una historia…
y yo estaba allí para encontrarla

Pratica di Mare, en la víspera de una conquista que nunca se olvida: las alas de piloto. Cada hora de vuelo en estos entrenadores era un paso más cerca del cielo que pronto llamaría hogar

Los entrenamientos quedaron atrás: el cielo se convirtió en responsabilidad real. Primeras misiones de vuelo, primeras decisiones que marcan para siempre

Un momento raro: diversi equipaggi di volo riuniti durante un incontro interforze. Giorni di addestramento condiviso, dove ogni uniforme portava una storia diversa ma lo stesso obiettivo: essere pronti a decollare quando conta davvero

Detrás de cada aterrizaje perfecto hay horas de concentración, técnica y esa calma que solo se aprende en el aire

Ahí arriba todo parece más pequeño. Cada vuelo recordaba por qué elegí el cielo como destino